La fuente de inspiración primigenia de estos poemas es la legendaria Villa 25 de Mayo,
de San Rafael, donde se conjugaron las culturas ancestrales con las nacientes en un
abrazo de sangre y hermandad.
Primero fue el poeta y luego el hombre? Es probable...No es casualidad que esa tierra fuera elegida por
grandes maestros de las letras y la plástica para vivir en ella. Y para descansar en ella.
Héctor Calderón, el hombre, abraza ideales, y consagra su vida a ellos, coherente con sus valores, su ética
y el amor a su profesión docente. El poeta lo contempla.
Y cuando cree que ya ha dado todo, el hombre vuelve a su nido de poeta y desde allà continúa con su afán de sembrar,
de decir, y hasta de gritar. "Con la pluma...y la palabra".
Añoranzas, ternuras, las historias increÃbles del maestro rural y del trabajador incansable profundamente
comprometido con el presente -de cada momento-, lo llevan hoy a abrir sus manos y dejar que el viento esparza
estas semillas, que parecen frutos maduros, que parecen niños de guardapolvos blancos, que parecen canciones elevándose
desde la tierra al cielo...en una sincera
"Invitación a soñar"
Marisa Visco